Grados de Gloria
"Digo, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de Fe que Dios repartió a cada uno". (Romanos 12:3)0
Todo ser humano está diseñado con el deseo de avanzar, aprender, crecer e ir por más, con una medida de Fe.
El nivel espiritual que tenemos como meta es llegar a la estatura de la plenitud de Cristo, entendiendo que nivel es referente a la medida de una cantidad, con referencia a una escala determinada.
El requisito importante para pasar al siguiente nivel espiritual es una indignación santa; que te indignes con tu estado actual, que te indignes con la condición de tu ciudad, que te incomodes, que salgas del lugar de la pasividad y el conformismo.
Según pasajes de las Sagradas Escrituras, habría distintos lugares en el cielo, por lo menos tres. El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de felicidad.
A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más que cuando él mismo abre su misterio a la contemplación inmediata del hombre y le da la capacidad para ello.
Logrando convencer a unos cuantos de deshacerse de su dinero a través del fomento de una angustia persuasiva, quienes logran establecer sus cultos pueden ser terriblemente peligrosos y hasta inteligentes.
En la gloria del cielo, los bienaventurados continuarán cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera.
Todo ser humano está diseñado con el deseo de avanzar, aprender, crecer e ir por más, con una medida de Fe.
El nivel espiritual que tenemos como meta es llegar a la estatura de la plenitud de Cristo, entendiendo que nivel es referente a la medida de una cantidad, con referencia a una escala determinada.
El requisito importante para pasar al siguiente nivel espiritual es una indignación santa; que te indignes con tu estado actual, que te indignes con la condición de tu ciudad, que te incomodes, que salgas del lugar de la pasividad y el conformismo.
Según pasajes de las Sagradas Escrituras, habría distintos lugares en el cielo, por lo menos tres. El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de felicidad.
A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más que cuando él mismo abre su misterio a la contemplación inmediata del hombre y le da la capacidad para ello.
Logrando convencer a unos cuantos de deshacerse de su dinero a través del fomento de una angustia persuasiva, quienes logran establecer sus cultos pueden ser terriblemente peligrosos y hasta inteligentes.
En la gloria del cielo, los bienaventurados continuarán cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera.
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